Sensibilidad, luz y mucha alma detrás de la cámara

Su trabajo no se define solo por lo que hace, sino por cómo lo hace. Su sonrisa, su energía positiva y la pasión con la que se entrega a cada proyecto son parte esencial de lo que representa en el estudio.

Es quien sabe entender a cada cliente, conectar con su esencia y reflejarla con sensibilidad y autenticidad en cada fotografía, tiene la capacidad de ver lo bonito incluso en los pequeños detalles, y eso la hace única.

Quien trabaja con ella lo sabe: transmite calma, alegría y una forma de estar que hace que todo fluya. Siempre dispuesta a sumar, a animar el ambiente y a repartir ese “paz y amor” que tanto la define. Si el amor tuviera forma de persona, seguro llevaría su nombre